Reseña

El trabajo infantil ha constituido un problema social a nivel mundial y ha sido una constante en aquellas poblaciones que no poseen propiedades sobre aspectos económicos generados de riqueza como la tierra y el comercio. Se ha definido el trabajo infantil como aquella actividad y/o estrategia visible, invisible u oculta, donde el beneficio o el sustento logrado del servicio pueden servir para sí mismo, para contribuir al mantenimiento del grupo familiar de pertenencia y/o para la apropiación de terceros explotadores.

Al ser esencialmente una estrategia de supervivencia frente a la pobreza, el trabajo infantil impide al niño tener esperanza de un mejoramiento de condiciones de vida en su horizonte personal, a la vez que genera una expectativa de reproducción y agravamiento de la situación de pobreza en la que se encuentran él y su familia. Se trata, en suma, de un factor de reproducción del atraso económico y social en que se encuentra inmersa gran parte de la población peruana.

Por otro lado, en los últimos año especialistas e investigadores han demostrado los efectos e impactos que genera el trabajo infantil en el desarrollo de los niños y adolescentes, así como la exposición a sufrir accidentes y la predisposición a desarrollar múltiples enfermedades. Además de que, en algunos casos, se encuentran bajo presión porque necesitan conservar su trabajo, desconocen el ambiente laboral y/o deben aportar al sustento diario de su familia.

Finalmente, es importante resaltar que el trabajo infantil a nivel social es una amenaza para los adultos porque, además de continuar con la espiral pobreza, las naciones heredan una nueva generación de trabajadores con bajos ingresos, sin especialización, analfabetos, tal vez enfermos o inválidos. Esto quiere decir que, en vez de corregir y aliviar la pobreza, esta se agrava.