Reseña

El ser humano habita el mundo con plena consciencia de su condición perecedera. Bajo esta circunstancia afronta y resuelve su existencia en ires y venires que implican virtud y yerro, siendo estas dos nociones recíprocamente funcionales: la una no puede darse sin la otra.

Dichos vaivenes representan, en la gran mayoría de los casos, los momentos más prolíficos de transformación del entorno, toda vez que nada reverdece mejor que una buena derrota; esto aplica al arte, en este caso puntual a la literatura, en donde el error funge como motor creativo y generador de personajes y relatos que dan cuenta de la propia experiencia de mundo, que en este recorrido será llamada tragedia creadora.