Reseña

Es Colombia una nación, agitada por permanentes vientos de guerra.
Hoy de nuevo apenas recién firmado un importante acuerdo de paz se agudiza la tormenta de violencias que sacuden los territorios de nuestro país, una situación que exige unir esfuerzos por una defensa de la vida que vaya más allá de los bandos político-militares y las oscilantes agendas gubernamentales. Los recientes anuncios de cuatro relevantes excomandantes de las FARC antes pac- tantes del proceso de paz con el Estado, de retomar las armas llamando a una Segunda Marquetalia, tiñen de incertidumbre y violencia incrementada todos los rincones vulnerables del país, en un contexto político en el que, paradójicamente, estos sectores de la extremismo político convergen en sus ideas militaristas con sus antagonistas de la derecha, en detrimento de las posibilidades de afianzamiento de una paz estable y duradera. Estas complejas dinámicas políticas y sociales de la guerra en Colombia, por su constancia y densidad son verdaderos fermentos de la normalidad que nos asiste, exigen la comprensión del fenómeno de la militarización de la vida en nuestro país, no sólo por éste en sí ya significativo por definición, sino en virtud de las densas también prácticas de resistencias populares que se han manifestado frente al mismo.