Reseña

Este libro analiza el sustrato cultural de una acción violenta conocida ampliamente en Colombia y en otras latitudes como ¿limpieza social¿. Es una categoría nativa que alude a la acción de asesinar sujetos considerados indeseables. Quienes la ejercen esgrimen usualmente como argumento velar por la seguridad de un grupo social. Sugiero que esta práctica tiene un carácter instrumental, porque a través de ella se busca establecer un tipo de orden moral y social, y expresivo, porque devela una estructura social jerarquizada y un sistema de clasificación que se soporta en la creencia de que hay unos sujetos que son fuente de peligro, los indeseables, y otros, que son quienes están en peligro. Está práctica está mediada por construcciones discursivas que en este caso llamo narrativas de desprecio.

El escenario etnográfico fue un grupo de barrios ubicados al borde occidental de la ciudad que actualmente conforman la Unidad de Planeamiento Zonal Patio Bonito. Surgen desde inicios de la década de 1970 como resultado de las dinámicas de migración acelerada de zonas rurales a urbanas que tuvieron lugar durante el siglo XX. Como muchas zonas de Bogotá, la autoconstrucción y las invasiones caracterizaron su poblamiento, así como una continua exposición de sus habitantes a la violencia que muestra cómo la realidad nacional se expresa en el escenario barrial.

Dos perspectivas se ponen en juego aquí, por un lado, las narrativas de habitantes del sector, víctimas de acciones delictivas por parte de jóvenes que habitan la zona. Por otro lado, los relatos de vida de jóvenes que fueron vinculados a las redes del delito desde su infancia y que despliegan un tipo de poder en el escenario barrial a partir de sus prácticas asociadas con el delito. Ellos se configuran como los indeseables. A partir de estos dos tipos de narrativas, doy cuenta del resorte cultural de esta práctica.

Apoyada en la revisión de prensa, del contenido de panfletos distribuidos en distintas zonas de Bogotá y del análisis de una Sentencia que condena a la nación por un caso ocurrido en Cali en 1994, doy cuenta de la vigencia de esta práctica y de su amplia aceptación en Colombia.