Reseña

ACERCA DE ESTE LIBRO

Cada persona nace en una familia peculiar y única, que marca su vida de manera positiva o negativa. En mi caso, percibo mi marca como positiva, gracias a la práctica de la Solidaridad y Ayuda Mutua que nuestros padres nos inculcaron.

Aunque teníamos todos los ingredientes para que las condiciones de pobreza y marginalidad nos empujaran hacia la delincuencia, drogadicción o indigencia, fue la ayuda solidaria, la que nos salvó de semejante desastre, gracias a la práctica de valores cristianos y bíblicos enseñados desde el hogar y la iglesia.

En consecuencia, los hermanos mayores ayudaron a los menores a capacitarse y una vez que lo logramos, entre nosotros se formó una red de ayuda solidaria que pasó de tíos a sobrinos y de sobrinos a primos hasta el día de hoy, a tal punto que, independientemente de la distancia, seguimos unidos en el sentir que donde haya un descendiente de mis padres en necesidad, debemos acudir al rescate. Esto nos ha ayudado a mantener la unidad familiar de generación en generación, aunque nuestros padres ya murieron.

Deseando que mi libro se constituya en un manual de gratitud y honra, menciono en él, la ayuda y muestras de solidaridad de personas amigas y allegadas que nos animaron con una voz de aliento, una contribución, albergue, o respaldo oportuno, para así cumplir nuestros sueños.

Hoy día la familia ha crecido tanto, que ya somos una Tribu, una Comunidad, esparcida en todo el mundo y cada generación, va mostrando un mejor nivel de superación, gracias a la Solidaridad y la Ayuda Mutua, la que vamos esparciendo como un contagio entre quienes nos conocen y tratan.

Creo firmemente que la solidaridad y la ayuda mutua, deben ser un patrimonio permanente de la humanidad, donde cada uno de nosotros, en todos los lugares y todos los tiempos, debemos esforzarnos en la promoción y superación de las siguientes generaciones.


Sara Isabel Cortina Martínez