Reseña

El políptico que propone este libro de poemas de Roberto Segrov se divide en tres partes siguiendo la tradición pictórica del tríptico. En el sentido más tradicional, esta estructura sobre paneles propone una obra central de la cual se despliegan otras dos menores, pero, como ocurriría en algunas ocasiones, particularmente con la adopción de este estilo por el pintor Francis Bacon, el tríptico buscó equilibrio en su composición, dando la misma relevancia a las partes que lo componen. Los poemas en este volumen, a pesar de tender conversaciones disímiles con distintos interlocutores en tiempos no menos distantes, parecen guardar un enigmático equilibrio entre ellos. Este equilibrio es persistencia; como ocurre en el tríptico, cuya continuidad se resuelve en las bisagras que unen los paneles, la poesía de Segrov insinúa apenas las correspondencias y funciona como lo harían los paneles del atlas Mnemosyne de Aby Warburg.