Canta, canta Ariguaní
una serenata entre lomas y callejones
Autor: | Benítez Picalúa, Robert Luis |
Colaboradores: | Avila Pérez, Alfonso José (Editor Literario) Herrera Lora, Rosa Alejandra (Coordinador Editorial) Avila Bustos, Camilo José (Diseñador) |
“La música, desde el punto de vista de la semiótica, permite entender las prácticas culturales que implican necesariamente significaciones de diverso orden”. Es innegablemente, una canción el mejor vehículo para transmitir sensaciones. Desde esta perspectiva (el lenguaje musical) contribuye a definir argumen-tos, sólidos por demás, con relación al tema de la identidad cultural de los pueblos. En este complejo fenómeno, las relaciones dadas entre los miembros de una determinada comunidad afectan, de manera positiva, o bien no podría suceder, la dinámica social y dentro de ésta las coordenadas, como ya dijimos, que nos llevan a los anhelados acuerdos implícitos en el hecho de aceptar, defender, consumir nuestros productos culturales, entre ellos, la música.
En este sentido está demostrado que, “La identidad cultural de un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, como la lengua, instrumento de comunicación entre los miembros de una comunidad, las relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos, esto es, los sistemas de valores y creencias”. (González, 2000: 43).
En ese orden de ideas, desde distintas vertientes musicales se han resaltado, los nombres de los pueblos y ciudades; tal como lo hizo: Estercita Forero “La Novia de Barranquilla” en las creaciones musicales que le tributó a su Barranquilla del alma: “La Luna de Barranquilla” (1963), “Mi vieja Barranquilla” (1974), “Barranquilla en diciembre” (1975), “Linda Barranqui-lla” (1977), “Tambores de Carnaval” (1978), “Tierra Barranqui-llera” (1978). Por citar algunas de sus memorables obras. El maestro ‘Lucho’ Bermúdez, le cantó en homenaje perenne a su Carmen de Bolívar, (1944); ‘Pacho’ Galán a su Soledad. José Be-nito Barros Palomino a El Banco – Magdalena: “El Imperio de la Cumbia” en su incomparable: “La Piragua” (1967). Así mismo, Carlos Vives, con su Santa Marta: “La Perla de América”, en “La Tierra del Olvido, “Pitan Pitan”, entre otras.
Remitiéndome al folclor propiamente al vallenato el maestro Carlos Huertas Gómez, le tributó mediante un canto que eter-nizó a su pueblo en los cantos: “El Cantor de Fonseca” (1972): …Yo soy aquel cantor de Fonseca, la patria hermosa de Chema Gó-mez… y “Hermosos Tiempos”: …Porque en esos bellos tiempos se me antoja que en Fonseca anunciaba un acordeón la salida de la luna…
Samuel Martínez, hizo lo propio en el paseo: “La Loma” (1962): …Samuelito no sabe en qué forma ha ofendido a su hermano querido, que se venga pa’ acá pa’ la loma pa’ que vea que con gusto lo recibo...” Juancho Polo, inmortalizó al pueblo de Flores de María (Sabanas de San Ángel), donde se formó musicalmente, en el Son “Alicia Adorada” (1944): …Porque allá en las Flores de maría, a donde to’ el mundo me quiere, yo reparo a las mujeres ay hombe, yo no veo Alicia la mía...”.
Entretanto, Fernando Dangond Castro, eternizó a Valledupar en su verso estilizado: “Nació mi Poesía” (1981): …Porque el fol-clor de mi Valledupar, donde el amor nace en mil corazones, se eternizó en el alma del cesar en la alegría de mil corazones… Gustavo Gutié-rrez, pinceló su provincia de manera mágica en el paseo: “Paisaje de Sol” (1982): …Las nubes descansan en serranía y al bajar al valle llueven de alegría...”.
Hernando Marín Lacouture, plasmó unos versos en “Villanueva Mía” …Yo solo te pido que no me eches al olvido Villanueva Mía, yo solo te imploro que me dejes tan solo porque moriría, déjame tropezar en las piedras de tus calles de poesía, déjame brindar por ti, déjame cantar tus cantos, déjame sentir tus llantos Villanueva mía”. Por citar algunos de los tantos cantos que han convertido en referentes culturales/musicales a los pueblos y ciudades del caribe a tra-vés del vallenato. En ese sentido cobra un valor inconmensurable la propuesta: CANTA, CANTA ARIGUANÍ …UNA SE-RENTA ENTRE LOMAS Y CALLEJONES… por mostrarle al Caribe, Colombia y el mundo, la valía de un pueblo que desde tiempos antiquísimos con el folclor más representativo del país.
Robert Luis Benítez Picalúa
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