Reseña

La presente obra aborda un tema a la vez original y necesario en el campo de la bioética: la contribución que la apreciación de la belleza, en especial, de la belleza de la vida, puede hacer a la bioética. Es un tema original porque basta con hojear las revistas de bioética para advertir qué poca atención se ha prestado al rol de lo bello en este ámbito. El asunto es también necesario porque está claro que las reflexiones bioéticas exclusivamente “racionales”, estructuradas con base en fríos argumentos a favor o en contra de determinadas prácticas médicas, no alcanzan para generar una comprensión profunda y sensible de lo que en última instancia está en juego en estas cuestiones: el valor inefable de la vida, sobre todo de la vida humana, y de todo lo que exige el respeto de los bienes básicos de la persona en el ámbito médico: su dignidad, su integridad, su intimidad, su salud física y mental. En este contexto, la pregunta central del presente libro podría sintetizarse del modo siguiente: ¿en qué medida la apreciación de la belleza, sobre todo, de la belleza de la vida, puede contribuir al desarrollo de una bioética más profunda y atrayente?