Reseña

La actual apuesta mundial de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS, también busca hacer realidad los derechos humanos de todas las personas, con una visión de futuro en un mundo sin pobreza, hambre, enfermedades ni privaciones, (donde haya mejor higiene y los alimentos sean suficientes, inocuos, asequibles y nutritivos) y alcanzar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas; con metas que son de carácter integrado e indivisible y conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental. (Naciones Unidas 2015)
Para alcanzar los ODS vale la pena continuar el proceso de adopción de las “Directrices voluntarias en apoyo de la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional”, por lo que se mantienen vigente como una herramienta que pone a consideración de los gobiernos diversas medidas en el plano nacional a fin de establecer un entorno propicio para que la población pueda alimentarse por sí misma con dignidad y crear redes de seguridad apropiadas para quienes no estén en condiciones de hacerlo. (FAO 2005)
La realización progresiva del Derecho a una Alimentación Adecuada reconoce la existencia de numerosas partes interesadas en la seguridad alimentaria y nutricional, entre otros, por lo que se deben fortalecer las funciones pedagógicas y de investigación de las universidades y grupos técnicos con el propósito que los Estados puedan aprovechar sus capacidades especializadas y así facilitar el uso eficiente de los recursos.
Finalmente, la publicación nos recuerda el papel fundamental que debe jugar la academia en la producción de conocimiento y la conjugación de diferentes disciplinas para la documentación y evaluación de procesos críticos en la transformación de las realidades técnicas y políticas para el bienestar de las y los ciudadanos de América Latina y el Caribe.