Reseña

"El juez no solo cumple un papel dentro de la estructura del Estado (que frecuentemente es minimizado, en los textos procesales, como de “director del proceso”), sino que principalmente, en lo esencial, debe transformar el texto jurídico por excelencia, como es la ley (la Constitución y los textos legales) en el principal fundamento de sus decisiones, en su importante labor de resolver, de manera forzosa y legítima, los conflictos de intereses que se dan entre actores sociales, incluyendo al propio Estado entre ellos y, de esta forma, autorizar en casos concretos el uso de la fuerza oficial, luego de dar la oportunidad a todos los interesados de exponer hechos, presentar pruebas para comprobarlos y expresar sus criterios jurídicos, de tal forma que la justicia, entendida como decisión definitiva, razonablemente previsible e imparcial, sea siempre el producto de una controversia argumentativa en términos de igualdad. En el derecho, a diferencia de muchas otras prácticas profesionales, la conexión de la teoría con la práctica ha sido muy difícil y aunque hay una antigua tradición de reflexiones sobre la práctica de los abogados y los jueces, entre nosotros solo hasta ahora hay intentos serios en vincular ambas dimensiones del saber jurídico, de lo que se espera que los esfuerzos teóricos lleven a que los abogados y funcionarios que deciden en derecho hagan un mejor trabajo en beneficio de una realización de la conexión de los fines del derecho con la democracia. En general, la investigación que presenta no pretende teorizar desde la sola práctica, sin proporcionar elementos conceptuales para que la labor del juez pueda ser juzgada conforme parámetros confiables, que hagan posible una paulatina perfección de la actividad judicial"