Reseña

El Túnel de La Línea ha sido la obra de infraestructura más discutida y postergada en los anales de la ingeniera nacional desde los inicios del siglo XX. Varios gobiernos se han ocupado de esta obra por la importancia que representa para la conexión geográfica entre el este y el oeste de Colombia.
Este año de 2020 finalmente dicha obra será entregada al país y a la región del Quindío que verá cumplido un sueño de mucho tiempo al materializarse la idea de que somos un verdadero eje integrador de toda la República. Caldas, Risaralda y todo el Occidente colombiano sabrán la importancia de esta vía en relación con el comercio exterior, pero también se sabe que derivará beneficios adicionales en otros sectores tales como el transporte de bienes comerciales como el café y la presencia intensiva del turismo en los departamentos vecinos y el norte del Valle.
El diario La Crónica del Quindío no ha querido ser solo un testigo noticioso de esta inauguración, sino que se ha comprometido del todo en darle una importancia mayor mediante este documento que repasa la mayor parte de las circunstancias y vicisitudes que rodearon la exploración, el diseño y la construcción de esta vía y algunos referentes sobre el compromiso de varios gobiernos en ella.
La historia del Túnel de La Línea no es un testimonio local y transitorio que cumpla con un protocolo informativo, sino una confirmación histórica de que será un material de consulta en lo sucesivo dada la trascendencia de la obra y los alcances que ella tendrá en el porvenir del país. No obstante, la abundancia de estudios técnicos, de propuestas antagónicas, de opiniones distintas, de intereses involucrados, nacionales y extranjeros, indica que no es posible registrar un panorama completo de esta vía sino los componentes más sobresalientes de ella.