Reseña

De la Tercera Edición con la editorial Temis fueron hechas tres reimpresiones, muestra de la gran acogida que se le ha dispensado a la presente obra; sale ahora de nuevo esta obra con el sello Ediciones Nuevo Foro en lo que constituye para mí un nuevo reto, como es el de editar libros en la actualidad.
Celebro que este libro que trata de la visión dogmática del delito se haya constituido en un manual casi indispensable en los programas de pregrado y de posgrado en las Facultades de Derecho; esto contradice a las Casandras que anunciaban el fin de la dogmática frente a la avalancha del nuevo sistema procesal penal: “se les pasó la hora a los profesores de derecho penal”, “ahora se trata de la prueba y sólo de la prueba”, decían; algunos, me parece, me miraban con lástima.
Grave error: es cierto que muchas veces en el nuevo sistema penal acusatorio se impone una “tasación ritodependiente de la pena”, es decir, ella depende de factores distintos a los problemas de la estructura del delito: la confesión, la aceptación de cargos, los acuerdos, la sentencia anticipada, la delación (por desgracia), etc., etc. Pero no por esto puede predicarse que no se necesite una sólida formación jurídica y un rigor lógico de pensamiento, que es uno de los resultados de la dogmática. He visto a muchos funcionarios, fiscales, jueces y a abogados, patinando en las audiencias por no tener claros conceptos básicos de la teoría del delito.
En una palabra: pienso, con mi viejo compañero de academia, Juan Fernández Carrasquilla, que Ihering tenía razón cuando afirmaba que nada hay más práctico que una buena teoría.
Por esto se justifica una nueva edición de este trabajo, con la esperanza de que siga teniendo la misma acogida que hasta el presente: habent sua fata libeli.

Medellín-Colombia, mayo del año 2010.