Santurbán vetas de agua
Autor: | Hernández Camacho, Carlos Nicolás |
Una hebra, un hilo y un cojín de agua, dibujan las lagunas y los humedales bajo las rocas de los cerros grises. Los telares de niebla laboran sin descanso los caminitos de agua redimiendo soledades.
El cóndor de los Andes despliega sus alas enormes colmadas de silencios. Los espinos son heridos por afiladas navajas de viento.
El agua se mira y se reconoce en los velados espejos de la niebla. Frailejón es su nombre, su apellido Ezpeleta, por aquello del Virrey español Juan Manuel, el mecenas del sabio Mutis en la tierra americana.
El bosque de frailejones es atávico, íntimo, raizal. Su figura no es ceremonial, pero sí guarda sagrados secretos de la vida. Crece con inusitada paciencia centímetro a centímetro por año solar, hasta coronar la
cumbre de sus trescientos años de altura.