Reseña

Ser hijo de Dios y tener un llamado no es suficiente. Es responsabilidad de cada uno decidir y poner en acción un estilo de vida que sea de ejemplo e impacto. No solo se trata de asuntos espirituales, también de asuntos prácticos; ya que es en el diario vivir en el que demostramos lo que somos en realidad.
En el ministerio a menudo se presentan problemas. En diferentes y variadas situaciones, lidiamos con personas, buscamos direccionar y dar respuestas. Asimismo, al ejercer un ministerio podemos impresionar con el conocimiento de la Biblia, la teología y otros asuntos; pero lo que quedará impreso en la mente
de muchos es la imagen, las palabras y los hechos fuera del púlpito, la clase o el grupo. Por eso, el estudio de esta materia aborda asuntos como el estilo de vida, los modales, la salud, el manejo de las finanzas, la moral y las obligaciones éticas de los ministros y servidores contemporáneos.