Reseña

¿Por qué el estudio de la Ordenación del Territorio nos resulta tan complicado? Aunque haya decenas de miles de abogados en Colombia ejerciendo la profesión con dedicación preferente al Derecho Administrativo, muy pocos son los que se anuncian bajo esta dedicación. Pocos estudiantes, y especialmente pocos estudiantes jóvenes, prestan dedicación a esta materia. Cuando en las aulas colombianas nos referimos a la Ordenación del Territorio, parece que hemos mencionado una caja negra, una regulación arcana y misteriosa, cuyo conocimiento ha quedado reservado desde hace décadas para los gurús o para los hechiceros de alguna desconocida tribu? A pesar de que muchos estudiantes, y muchos litigantes, son plenamente conscientes del interés para ellos de la materia, desde un principio se tira la toalla. ¿Esta materia de verdad es tan difícil? Urbanismo y ordenamiento territorial es una obra orientada a cambiar la perspectiva dogmática, teórica y práctica de la organización territorial y urbanística en Colombia, y especialmente a cambiar la forma de estudiarla y de entenderla. El autor describe esa compleja organización, pero bajo un prisma eminentemente crítico, se centra radicalmente en la explicación de los principios, de los auténticos principios del urbanismo contemporáneo, cuyo eje es el principio de equidistribución que garantiza y hace efectivo un nuevo ?Derecho a la ciudad?. Esta publicación busca que el urbanismo se reconozca y sea entendido como un servicio público dirigido a satisfacer el interés general y la función social de la propiedad, y no como una amalgama de incomprensibles y cambiantes normas orientadas a desinformar a los operadores creando claros espacios de arbitrariedad y corrupción. En este texto se exige una clara categorización normativa de los estándares urbanísticos, y su publicidad y exigencia general como limitación a la discrecionalidad administrativa en la planeación del urbanismo y en la confección de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) y los planes parciales que los desarrollan. Cuando las ciudades colombianas generen y mantengan el orden, progresando en forma sostenible, generarán plusvalías urbanísticas suficientes para financiar y distribuir los beneficios y cargas que funcionan como motor del desarrollo urbano y territorial.