Reseña

La formulación de los Planes de Seguridad Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana (PISCC) y la situación carcelaria en las ciudades capitales son dos temas estrechamente conectados. Estas dos temáticas se relacionan en la medida en que los problemas de diseño e implementación de los PISCC representan una variable que, entre muchas otras, contribuye a la crisis carcelaria. Esto debido a que los PISCC son la herramienta mediante la cual los municipios articulan su política de seguridad y convivencia con las políticas del Gobierno nacional y, a la vez, sirven para definir las prioridades para combatir la criminalidad en los territorios de las ciudades.

En ese sentido, en la medida en que los PISCC no estén bien construidos y no tengan objetivos alcanzables, la administración pública no tendrá herramientas efectivas para combatir la criminalidad. De ese modo, los problemas en la construcción e implementación de las políticas de seguridad y convivencia en los municipios son un factor que agrava la situación de crisis del sistema carcelario, crisis de la cual las entidades territoriales son parcialmente responsables. Lo anterior se debe a que la Ley 65 de 1993 estableció que las entidades territoriales están a cargo de las personas sindicadas con medida de aseguramiento intramural.

A lo anterior se suman diversos factores externos a las administraciones locales. Entre ellos, la tendencia creciente de dictar medidas de aseguramiento intramural, incluso cuando estas no son necesarias. Además, la alta congestión en el sistema judicial penal incentiva los altos niveles de la población sindicada, lo cual implica sobrecargas financieras y logísticas para las ciudades capitales. En este contexto, la formulación y aplicación efectiva de los PISCC es una solución desde dos perspectivas para evitar que la crisis siga escalando. Primero, desde la perspectiva de la prevención, pues si se atacan las causas originarias del delito el número de sindicados se reducirá a mediano y largo plazo. Segundo, desde la óptica de la infraestructura, ya que mediante los PISCC se puede autorizar la expansión de la infraestructura carcelaria. Por consiguiente, el presente texto describirá cómo se deben diseñar los PISCC, para luego analizar la situación carcelaria de las ciudades capitales y las herramientas con las que cuentan para afrontar la crisis.