Reseña

Son muchos saberes —innumerables las prácticas y enorme el conocimiento especializado— que confluyen para producir una taza de ese inigualable y maravilloso café colombiano que disfrutamos a diario.

Este libro rinde testimonio sobre el saber de dos instituciones que con vocación de excelencia encarnan la evolución de las prácticas y la cultura cafeteras en nuestro país, desde la geología y la naturaleza.

Se trata, por un lado, del Servicio Geológico Colombiano y, por otro, del Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé). El trabajo del Servicio Geológico Colombiano, además de ser un insumo fundamental para el crecimiento de la industria minera y petrolera colombianas, ha sido fundamental para el planeamiento del uso de la tierra, con el fin de prevenir desastres ocasionados por amenazas naturales, y para tomar decisiones orientadas a un uso sostenible de nuestros recursos naturales.

Cenicafé, por su parte, cumple una tarea muy importante en el impulso de tecnologías de punta para el cultivo del café. El resultado no ha sido otro que una actividad agrícola generadora de divisas, que respeta el medio ambiente, y que ha promovido el crecimiento de la Colombia rural, consolidando la caficultura en un patrimonio social, económico y cultural que sigue presente en muchos municipios de Colombia.

El trabajo ininterrumpido de estas dos instituciones —con metas a largo plazo, una rigurosa aplicación del método científico, y el análisis objetivo de los datos— ha sido clave para que científicos colombianos especializados en las geociencias y los temas cafeteros sigan orientando el aprovechamiento de nuestra enorme riqueza.

Estos logros son fruto de una política seria, orientada a un crecimiento económico soportado en la investigación, la innovación y la ciencia, elementos fundamentales para la consolidación de la paz y para seguir impulsando el desarrollo del país.

Este libro —producto del trabajo mancomunado del Servicio Geológico Colombiano y de Cenicafé— da cuenta de los avances en el conocimiento de la evolución natural del territorio y de los logros de la comunidad cafetera de Colombia.

Esta es una publicación muy especial para mí, pues durante más de cuatro décadas he estado del lado del gremio cafetero de Colombia.

Conocer nuestro territorio, saber lo que tenemos, es la clave para cuidarlo y utilizarlo de forma sostenible. Estoy seguro de que tanto el Servicio Geológico Colombiano como Cenicafé seguirán recorriendo esa senda de excelencia.