La guardiana de la montaña
Autor: | Garcia Ramirez, Blanca |
El libro La guardiana de la montaña de Blanca García Ramírez es la prueba más palpable y digna de que la muerte puede esperar. Sus risueñas páginas se levantaron como un muro contra la ruina del cuerpo y de los tiempos. Se preguntará el viajero de este libro: “¿Cómo un poema puede derrotar a la muerte?”. Me atrevo a balbucear: el acto de escribir es ya suficiente fuerza para remover la sangre y el espíritu. La escritura es sobrevivencia. La poesía es aliento. El deseo de escribir del poeta es una declaración de amor a la vida. Blanca García Ramírez no partió a la otra orilla hace unos meses cuando se le dictaminó una delicada enfermedad, porque sus amigos estuvimos allí para secarle las plumas, y porque la poesía le dijo blandiendo su dedo índice: “¡Tu asombro es el único testigo!”. A la solemnidad de la muerte, entonces, la poeta respondió con una mueca de humor y de ironía, marcas indelebles de su decir: “Soy adicta a la poesía/ pero me sonrojo cuando me llaman poeta./ Si no fuera por sus dosis/ Mi vida sería un desastre”. Blanca García es la jubilada más feliz que conozco, hace gala de su ocio, de su soledad y de sus amigos. Sin embargo, tiene un secreto: su devota devoción por la luz frente a su ventana, por lo que ocurre allí en la Bogotá que la adoptó hace más de 30 años, y por la montaña que contempla todas las tardes. La naturaleza, con sus herramientas más humildes, irrumpe en sus poemas para hablar de la poesía y de la condición humana. Nuestra guardiana de la montaña en su poema Metafísica de la luz bien lo ilustra: “Con una sed solitaria/ estoy frente a este pedazo de ventana.// Mi pacto, mi secreto, mi mudez/ me las llevo a la boca.// Migajas es lo que quedan/ y ya todos se fueron a dormir.// Solo el gris/ inventando metáforas”. FREDY YEZZED Bogotá, octubre de 2019