Luna de Octubre Poesia
Autor: | Villareal Atencio, Miguel Ramón |
CANTO EN TONO MENOR FRENTE AL ESPEJO Los versos que se tallan en los tiempos señalados por la lluvia alimentan el sigilo de los deseos que van naciendo como un fruto agradecido de la flor, como el fuego de la aurora antes de la noche se arrepienta. Dado el escenario de la metáfora que hace nido ante mis ojos no queda otra alternativa en el trayecto. Razón que le permite el protagonismo a LUNA DE OCTUBRE, ese poemario de amores pensados o deletreados por los propios labios donde en ningún elemento es prenda prohibida, todo lo contrario, es tentación de aromas y sabores y colores. Es el vuelo de un pájaro que no se niega a su canto, apenas amanece: Una guitarra que se queda en la ventana. El autor MIGUEL RAMÓN VOLLAREAL ATENCIO, medidor de los terrenos de las extensiones verdes y de los trastes de cuerdas que hablan, tiene la dirección de la caída libre del río en su camino hacia los tinajones, brújula que conduce el sentir pleno de la palabra. Elemento clave de estos versos que no se cansan del mismo deseo. Dada estas premisas, queda más fácil paladear los términos de cada uno de los contenidos y hacer de ellos alas para el mismo vuelo, como si cada acontecer fuera moldeado por nuestras propias manos. Asunto que descifra la luna que alumbra los rincones de la alcoba, ya sea en la prima noche o cuando se aproxima al siguiente día. Danza de pájaros, el vuelo a la estancia, bendición del silencio, sentir el viento como una campana perpetua o el secreto de la rosa fresca como un halito que recobra la vida le abren paso al buen gusto de los lectores. La espesura ardiente, la locura de una boca amante, paraíso demente o alondra de luna claman el cierre de la puerta que hace prisionero al deseo y va más allá del murmullo de la censura. El poemario LUNA DE OCTUBRE es el desahogo del poeta y bien vale la pena reconocer su resurrección después de cada muerte. JULIO SIERRA DOMINGUEZ