Reseña

"Los mismos indígenas que de pronto supieron que la lucha había iniciado desde mucho antes de 1971 en el norte del Cauca, en Toribio, Tacueyó y para el sur del Tolima. Entonces acá en esa época los mayores se dieron cuenta que realmente lo que se peleaba era un territorio propio, porque acá habían sido indios no más. La gente dijo: ?estamos estrechos, recuperemos tierras? y así se inició la recuperación" Cuatro custodios de semillas del pueblo Kokonuko, cuentan su historia de vida, dejando ver la complejidad que implica la construcción del territorio, donde se con- gregan la soberanía alimentaria y los saberes ancestra- les que dialogan con nuevos conocimientos. Cuidar las semillas no solo asegura el alimento para el cuerpo, sino también alimenta la re-existencia de los pueblos y sus historias. Las semillas tejen las memorias de los pueblos en ese saber ancestral. Las historias de vida que componen este libro hablan con la tierra, con sus hijas e hijos, en la huerta de los custodios se encuentra el pasado con los seres que vendrán, con la historia que será.