Reseña

Algunos han sido sensibilizados de manera espiritual desde muy temprana edad, muchos con ayuda de sus padres o familiares, como decimos desde ¨cuna¨. Otros han contado con amigos de familias de ¨cunas espirituales¨ que han logrado ser tocados por esos corazones.
Otros como en mi caso nos hemos descubierto seres creados espiritualmente ya acercándonos a la mitad de nuestras vidas.
Pero independientemente de cuando, o pensar que has perdido tiempo encontrándote con tu vida interior o con el encuentro personal con el creador, muchas de las experiencias vividas te han servido de enseñanza, sabiduría y discernimiento para formarte y ser lo que eres y sobretodo ser lo que eres para los demás.
Seres de luz para uno mismo y para los demás, seres de sal que les pongan sabor y sazón a todas las circunstancias y pasajes de nuestras vidas.
Utilicemos estos elementos de nuestras vidas para darle sabor al mundo.
Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos. Mateo 5 15,16