La decadencia de la mentira y otros ensayos
Autor: | Wilde, Oscar |
Colaborador: | Baeza, Ricardo (Traductor) |
¿Cuáles eran el pensamiento y el sentir estético de Oscar Wilde? Algunos siguen albergando la idea del hombre básicamente frívolo, a quien el descubrimiento trágico y envuelto en insano puritanismo de su condición homosexual abocó a un final desolador, injusto y trágico: Murió enfermo y pobre en un hotelucho (entonces) del Barrio Latino de París a fines de noviembre de 1900, con cuarenta y seis años casi recién cumplidos... El propio Wilde, poco antes, había dado alguna pista. Lector, muy joven, de Balzac y de Stendhal, comentó: «Los héroes de mi juventud fueron Lucien de Rubempré y Julien Sorel. Uno se suicidó y el otro murió guillotinado. ¿Qué puedo esperar para mí mismo?». Wilde supo que la vida es dramática y poco buena —salvo momentos— pero que merece vivirla; noble contradicción, «fermosa cobertura». Para Oscar el año 1891 —y recordemos que nuestro autor fue hombre algo perezoso— resultó lo que llamó él mismo su annus mirabilis, su año de esplendor, el de la mejor plenitud (y más motivada) de su triunfo. Se publica en volumen El retrato de Dorian Gray, su archifamosa novela, que había salido casi un año antes en revista (en el Lippinscott’s Monthly Magazine).