Reseña

El Ayuntamiento de Barcelona, mediante su Programa
de Cooperación para la Justicia Global 2017 y el
Programa de Cooperación en Ciudad Específica 2017,
ha realizado una contribución con el fin de mejorar
los procesos de atención social de las poblaciones
en riesgo de exclusión social y vulnerabilidad
extrema, en las ciudades de Medellín (Colombia) y
Barcelona (España), a través de asistencias técnicas
para el intercambio de metodologías comunitarias
y el fomento del diálogo horizontal técnico y sociocomunitario
entre las entidades que gestionan estos
procesos en ambos territorios.
En este esfuerzo se han unido las organizaciones:
Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD) de Barcelona
y la Corporación Surgir de Medellín, con el fin de
intercambiar metodologías que ayuden a mejorar los
procesos de atención a población consumidora de
sustancias psicoactivas (SPA). De este intercambio
resultan dos guías, una orientada a complementar,
mediante estrategias comunitarias, los centros
de reducción de daños de Barcelona (CAS); y otra a
complementar, mediante estrategias de reducción
de daños, los Centros de Escucha Comunitarios de
Medellín. La presente guía se ocupa de la primera
situación dirigida a los centros de reducción de
daños de Barcelona (CAS).
Producto de esta iniciativa, que ha favorecido el
intercambio entre las dos ciudades mencionadas, se
ha contribuido a fomentar el desarrollo de la atención
comunitaria en el ámbito social en Barcelona,
mediante la incorporación de metodologías y
herramientas comunitarias, para mejorar los
procesos de atención comunitaria en población en
riesgo de exclusión social, asociada al consumo de
drogas, delincuencia, VIH+, etc. y complementar así
el componente asistencialista derivado del actual
enfoque centrado en la atención individual.
Esta guía se propone entonces, dotar de herramientas
técnicas a los equipos de trabajo que operan los CAS
en Barcelona, con el fin de que, sin descuidar las
actuales estrategias de reducción de daños, que han
sido exitosas a lo largo de muchos años y que son
un referente en otras partes del mundo, se puedan
integrar estrategias comunitarias que contribuyan
a los procesos de inclusión social de sus usuarios,
fortaleciendo la relación comunitaria con el fin
de que esta se involucre de alguna manera en los
procesos de trabajo para el beneficio de los usuarios
de los CAS y de la comunidad en general.
Esta guía tiene dos partes fundamentales, una que
recoge las buenas prácticas de trabajo comunitario
en el campo del trabajo en prevención y reducción
de daños frente al consumo de SPA desde diferentes
modelos conceptuales y metodológicos; esto con el
fin de ilustrar al lector sobre diferentes alternativas
que se han construido en distintas partes del mundo
para aplicar el enfoque comunitario a la intervención
de las problemáticas relacionadas con el consumo
de SPA. Es importante anotar, que si bien se ilustran
distintos modelos, la construcción de esta guía está
inspirada en el Modelo ECO2, pues es de este que
surgen los Centros de Escucha Comunitarios, de los
cuales se pretende que esta experiencia sea aplicable
en algunos aspectos a los CAS de Barcelona.
La segunda parte fundamental trata sobre el
desarrollo de una propuesta de implementación
de estrategias comunitarias en los centros de
reducción de daños de Barcelona. Allí se inicia
con un análisis de la realidad de esta ciudad en
relación al consumo de SPA y observación sobre el
contexto de intervención, pasando luego a mostrar
la experiencia de la Corporación Surgir en el trabajo
comunitario. Luego podrá apreciarse un desarrollo
sobre cómo implementar en Barcelona las diferentes
herramientas que se utilizan en los Centros de
Escucha, pero contextualizados a la realidad de
los CAS, sin pretender que estos se conviertan
en un Centro de Escucha, sino que adopten las
metodologías que mejor se articulen a los procesos
que ya vienen en marcha. Así entonces, aspectos
como el diagnóstico comunitario, el trabajo en red,
la movilización comunitaria, la formación del equipo
técnico para desarrollar esta propuesta, entre otros,
harán parte de las metodologías con la cuales los
CAS podrán implicar a la comunidad en el trabajo
con los usuarios de SPA y a la vez fortalecer el tejido
comunitario.
Esperamos entonces que esta contribución se
constituya en una ayuda para que los equipos de
trabajo de reducción de daños desarrollen nuevas
herramientas que les ayude a mejorar su trabajo,
la relación con la comunidad alrededor de los
servicios y la atención a los usuarios, brindándoles
más alternativas para que mejoren su calidad de
vida desde una perspectiva de inclusión social y
comunitaria, donde tanto los equipos técnicos hagan
su aporte profesional, pero que también otros actores
sociales se vinculen para el desarrollo misional de
los CAS y el desarrollo comunitario en paralelo.