Reseña

La esperanza en este mundo es pasajera, absurda y completamente vana, pero esperar en el Señor es diferente, no es una pérdida de tiempo, sino es la mejor decisión. El que ha aprendido a esperar en el Señor ha aprendido a amar.

El amor no es sinónimo de romance sino de entrega, no es sinónimo de seducción sino de decisión, así como Jesucristo lo demostró al hacer la voluntad del Padre. No es posible encontrarle significado al amor sin Dios, porque Dios es amor, por su amor la humanidad, judíos y gentiles, podemos participar de su soberana gracia.

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” 1 Juan 4: 10 (RVR 1960)

Cientos de escritos, millones de problemas, pero un solo amor, una sola solución, una sola respuesta, Jesucristo.