Reseña

Soy un ciudadano permanentemente indignado, es decir ¡emputado!, porque cada vez que prendo el televisor, camino por
Bogotá, transito en bicicleta, automóvil, taxi, Sitp, Transmilenio o a pie, cada vez que intento establecer una relación erótica
entre Bogotá y/o Colombia, con su gente y quien les habla, surge un impedimento de carácter estético, jurídico y moral
que no permite fluir ésta íntima relación. La verdad es que la cultura ciudadana en ésta ciudad y la cultura política en nuestro
país, dan profunda vergüenza por dónde se les mire. Hace rato que venimos dándonos garra como Bogotanos y cómo Colombianos en cuanto al cumplimiento de nuestros deberes éticos y constitucionales se trata, por eso el presente libro refleja y representa las cosas que no sólo me emputan a mí
sino a uno que otro ciudadano, expresándolas aquí con el fin de generar conciencia social y propender por un cambio de actitud y de visión de mundo de quién se atreve a leerlo. Prométame que lo va a leer ¡y se va a emputar!, pues ésa es la primera condición para comenzar un cambio que comience
claro está, por uno mismo parcero…