Reseña

La obra analiza si la argumentación de las sentencias -como uno de los elementos esenciales del debido proceso- constituye o no un derecho de las partes y, a la vez, un deber y/o una obligación del juez. Se enfatiza en una visión de los valores constitucionales como fundamento de todo debido proceso, como paso previo para entrar en la reflexión de determinadas cuestiones relevantes o preocupaciones que rondan al empleo de las funciones de dichos valores en la argumentación de sentencias en el marco de aquel. Se responde la interrogante de si dicha argumentación con base a valores constitucionales es monopolio exclusivo de los jueces de la jurisdicción constitucional, o si por el contrario, también es posible para los jueces de la jurisdicción ordinaria, particularmente de la civil. Termina la obra con una reflexión sobre la importancia de la real y efectiva aprehensión de la supremacía, el carácter de fuente y normatividad de la Constitución y todo su contenido, como premisa indispensable para la operatividad de las funciones de los valores de esta en sede judicial civil ordinaria.