Huérfana, monstruo, espía
Autor: | Matt, Killeen |
Colaborador: | Alda, Enrique (Traductor) |
Finalmente, el coche se detuvo. Sarah abrió los ojos, parpadeó y levantó la vista desde debajo del salpicadero, donde se había escondido. Su madre se había desplomado en el asiento del conductor y apoyaba la cabeza sobre el volante. Miraba a través de los radios hacia donde Sarah estaba agachada. Los ojos de su madre eran casi iguales que los suyos: amplios y bonitos. Tenía las pupilas tan grandes que Sarah casi se había visto reflejada en ellas en alguna ocasión. Pero en ese momento estaban apagadas. Su madre ya no estaba allí.