Reseña

Nacemos del amor, del odio, del placer, de la vindicta. Disfrutamos la vida sin prisa pero desesperados. Latidos, poemario que enaltece el amor como oda sublime que hace transitar por hermosos sortilegios de deseos incontenibles. La poesía es todo y nada, infierno y paraíso, rayo fulminante de idilios histriónicos de raizales perturbaciones con despertares fríos o excitantes que evocan cuerpos lejanos, pasiones irrefrenables, recuerdos desnudos, sublimes retozos de sexo imaginario. Latidos afanosos como Poseidón, amo y dios de las aguas, buscando desesperadamente el mágico destello de Afrodita, diosa del amor y la belleza. Expresa con vehemencia y franqueza los sentimientos que afloran sin cortapisas ni barreras. Define la vida con amor y prodigio, fortaleza y bondad, pasión y ternura; disfrutar los días y las noches sin penurias; deseos y sueños sin atavismos, degustando la fuente que libera el destino, de la escorrentía pura y natural de las emociones, de las cataratas que brotan de las pasiones, del sudor de la piel jadeante. Latidos es poemario de pócimas vivificantes, que penetra como saeta veloz y fulminante de historias e idilios felices o infelices: Encontré en tu risa un poema alegórico en tus llantos una poesía dramática en tus mimos de ninfa coqueta una rima caprichosa.Oye la música de tu corazón y no tendrás amaneceres sombríos tardes melancólicas y tristes ni aciagas noches de plenilunio. Soledad…soledad compañera del silencio, cómplice del hastío, provocadora del olvido. Latidos circula por los difíciles y escabrosos caminos como también dichosos que la vida depara. Laberinto y sinuoso devenir de éxitos y fracasos, de sabores y sinsabores, de amores candentes, embriagantes, venenosos y frustrantes llenos de lágrimas y felicidad. Félix Manzur Jattin