Pecho frío
Autor: | Bayly, Jaime |
—¡Buenas tardes, bienvenidos al programa más divertido de la televisión peruana! —gritó Mama Güevos, famoso animador del espacio de juegos y concursos «Oh, qué bueno», que se emitía en directo, de lunes a viernes, de cuatro a seis de la tarde, en el canal 5. Unas ochenta personas lo aplaudieron con entusiasmo, mientras él se desajustaba el nudo de la corbata y ensayaba caras graciosas frente a las cámaras. Mama Güevos tenía cuarenta años, era soltero, no tenía hijos, no se le conocían novias ni novios, llevaba cinco años animando ese programa, el número uno en el rating de las tardes, y la prensa del corazón especulaba que era el presentador mejor pagado de la televisión. Todo el mundo lo quería porque tenía un talento natural para hacer reír al público.