Las clientelas del general Wilches
Un cacique de la época federal colombiana
Autor: | Ariza Ariza, Nectalí |
En horas de la tarde del 15 de octubre de 1893, por la calle que conduce al cementerio de La Concepción, desfiló el cortejo fúnebre con los restos del general José Pacífico Solón Wilches Calderón. En el carruaje que transportó el féretro «engancharon las riendas de su viejo caballo Guerrero», del cual se dijo que había muerto de tristeza unos días después, como les ocurría a estos nobles animales en las novelas de caballería.
La anécdota acerca del corcel, y otras que tintaban de heroísmo la vida del general, circularon durante décadas en el pueblo donde vivió su niñez y su juventud. Wilches había nacido el 7 de abril de 1935 en Cerrito,
población santandereana cercana a La Concepción; en esta última habría de comenzar su trayectoria en la política, y desde allí llegaría a ser uno de los hombres que más poder representó en el Estado Soberano de
Santander durante la etapa federal colombiana.