El olor de mis manos
Autor: | Alvarino, Gonzalo |
Leerlo es meter las manos en el agua, materia de estos poemas, y quedarse con algo suyo. Agua en todas sus formas, de las más quietas a las más huracanadas. Cada palabra del libro es una gota que sostiene un cuerpo que sabe y huele, cuerpos dueños de una erótica sin amos, que se restriegan y gozan de la angustia de estar al borde o derramarse. Gracias a la poesía, por un instante antes de su destrucción, es posible vivir allí, en la casa del agua, el hogar de las putas, el lugar de estos poemas. Cada verso reconstruye las visiones, los ruidos, los olores y sabores, la cópula y la ruina de una casa en la que todo lo que llega parte, una casa en la que todo lo que vive place y llaga.