Reseña

Cuadros de una exposición nos sumerge en una profunda reflexión sobre la vejez y la muerte, el deterioro despiadado del cuerpo y de la mente. La imposibilidad de recordar con total claridad los sucesos del pasado, la confusión entre los recuerdos y los sueños, que nos lleva a una percepción interna de debilidad y desconfianza. Tal vez el amor llega al borde de la cama del padre, para ayudarle a paliar ese desastre inevitable que es la soledad y la muerte. En el amor entre padre e hijo, un amor real, nada idealizado, pequeño en ocasiones, falto de arrojo y contundencia, preso de las circunstancias y las prevenciones del tiempo que le toco jugar, pero amor al fin y al cabo. Recrea, con una singular mirada, nuestra ciudad de Cali, sus lugares y sitios de encuentro para una generación despertando al arte, la política, la rumba y al amor. En el trasegar del hijo, huyendo de la barbarie política, acerca con empatía los espacios públicos de Cali con los de la gran ciudad de Nueva York. Compone una amalgama de sensaciones que pasan por la ironía, el pesar, la tristeza, la ingenuidad del enamorado, la inocencia de los niños, el caminar de los animales, la grandeza, matizadas por un movimiento de voces y líneas que impactan al lector.
Los capítulos cierran, bajo una lluvia atronadora de instrumentos musicales, creciendo y llenando el espacio, hasta dar vuela y encontrar la nueva hoja en blanco del siguiente capítulo.


Gregorio Llano G.