Reseña

Introducción. Problema A las 10 de la mañana del miércoles 1º de mayo de 1935 se posesionaron ante el presidente de la República Alfonso López Pumarejo los magistrados de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Hinestroza Daza, Aníbal Cardozo Gaitán, Antonio Rocha, Pedro A. Gómez Naranjo, Pedro Alejo Rodríguez, Juan F. Mujica y Francisco de Paula Santander, liberales y Miguel Moreno Jaramillo, Eleuterio Serna, Eduardo Zuleta Ángel y Liborio Escallón como la minoría conservadora, según se destaca en el diario El Tiempo de la fecha arriba citada. Del anterior planteamiento se destacan dos circunstancias que a lo largo de este trabajo adquieren particular importancia. De una parte, la referencia de prensa que se trae y que permite entrever el ejercicio que en esa dirección se hará para lograr describir o, mejor, reconstruir la imagen que de la Corte se quería presentar a la opinión pública, dejando en claro el contexto de la República Liberal entendida como proyecto político del Presidente López Pumarejo, dentro del cual era presentada la Nueva Corte Suprema de Justicia como fue llamada por la prensa la Institución Suprema. En ese orden de ideas se presenta el segundo aspecto y hace alusión al entorno político dentro del cual se mueve la posesión de la Nueva Corte y a la inversión de las proporciones políticas al interior de la misma, pues hasta el 30 de abril de 1935 las mayorías habían sido conservadoras, ahora, el nuevo escenario dictaba mayorías liberales. En principio, tal inversión partidista no debería significar mayor cosa, pero en el escenario de la República Liberal, y ese es el aspecto político central, adquiría connotación distinta como se habrá de ver en las diversas publicaciones que al respecto de tal transición, la de la Corte, se hicieron en los días previos a la posesión. En este punto se hace necesario establecer algunas consideraciones propias de la época en estudio, que para este trabajo pueden resultar de orden metodológico conducente a ubicar en el contexto de la República Liberal, más exactamente dentro del proyecto enmarcado en la consigna de Alfonso López Pumarejo para su primer mandato presidencial, “La Revolución en Marcha”, lo que podría llamarse “La Cuestión Judicial”. Es de anotar que esta “Cuestión Judicial” no tiene caracterización definida dentro de los estudios que de la época se hayan podido consultar con ocasión de este trabajo. Sin embargo, se encuentran completos estudios sobre “La cuestión social” referida a las difíciles o extremas condiciones de pobreza de la población; las condiciones laborales en la ciudad y el campo y derechos de los trabajadores. “La cuestión agraria” como el análisis de los problemas derivados de la propiedad, posesión o usufructo de la tierra; las leyes existentes reguladoras de tales circunstancias; la ley de tierras 200 de 1936 y la relación campesina – terratenientes, entre otros temas. Sin embargo, en buena medida algunos de los temas característicos de La Cuestión Social o de La Cuestión Agraria llegaban a los estrados judiciales como procesos a ventilar y se definían en términos de La cuestión Judicial, es decir, si la estructura de la administración de justicia, el nombramiento de jueces y funcionariado judicial, en general, estaban en poder de las Asambleas Departamentales de mayorías políticas conservadoras, como lo señala la prensa liberal de finales de abril de 1935 y si a la cabeza de esa estructura la Corte Suprema tenía la misma conformación política mayoritaria, La Cuestión Judicial se torna en elemento central del debate político. ¿Qué se esperaba de la Nueva Corte Suprema de Justicia? ¿Esta Corte Suprema de Justicia que la prensa de origen liberal denominó la Nueva Corte y que, en el transcurso del período presidencial de López Pumarejo, fue adquiriendo connotaciones de especial relevancia jurídica no solo nacional sino que trascendió con algunas de sus decisiones al ámbito internacional hasta convertirla en la Corte de Oro o la Corte Admirable, puede definirse como institución con funciones políticas específicas en el contexto de la República Liberal? Hipótesis La propuesta política del presidente López Pumarejo de adecuación del país a un nuevo orden internacional de desarrollo del capitalismo o “perfeccionamiento del capitalismo”, como lo señala Tomás Barrero, “lo llevó a impulsar una Corte Suprema que permitiera con sus decisiones alcanzar seguridad jurídica para inversionistas extranjeros, actitud reconocida años después por la publicación norteamericana The Journal of Commerce and Commercial de Nueva York del 25 de julio de 1939, citado por la Gaceta Judicial de la Corte Suprema de Justicia en tomo XLVIII de 1939. Las anteriores observaciones resultan significativas si se tiene en cuenta que a partir de los análisis de prensa liberal y el tipo de lenguaje utilizado por ella en abril – mayo de 1935, se encuentra la construcción categorial Corte Suprema de Justicia en términos de esperanza, nuevos rumbos, la oscuridad precedente, la Nueva Corte, etc., lenguaje que también se observa en los apartes relevantes que trae la Gaceta Judicial de las sentencias que en ella se incorporan. De esa forma, y si se toma la fuente prensa en el bimestre abril – mayo de 1935 como punto inicial de análisis sobre la Corte Suprema de Justicia, entendiéndola como la Corte material despojada de adjetivos y se observa el discurso periodístico aquí traído como fuente, habrá de entenderse como construcción ideológica liberal sustentada en las condiciones intelectuales de los magistrados que la integraron, en las propuestas del Nuevo Derecho llegadas sus teorías principales de Francia y el momento político abonado por la propuesta del gobierno de López Pumarejo de la Revolución en Marcha, entonces, se puede predicar el surgimiento de una Corte de Oro o Corte Admirable. Ahora bien, si se tiene en cuenta la publicación norteamericana The Journal of Commerce and Commercial de Nueva York del 25 de julio de 1939 inserta en la Gaceta Judicial, publicación de la Corte Suprema de Justicia, entonces se puede asumir un cierre del período de la Corte Suprema de Justicia, la de Oro, la Admirable, aunque el mito persistiera.