Reseña

Habitualmente me gusta realizar comparaciones de la vida cotidiana con las cosas de DIOS y por lo general siempre estoy alerta a ver que me encuentro por ahí que pueda emplear en esta misión, por ejemplo, las actitudes o comportamientos de los animales, la fisiología y anatomía de la naturaleza, y hasta la táctica y finalidad de algunos deportes populares en el mundo he usado para tan hermoso fin. Y quizás se pregunten, ¿por qué? Pero creo que la respuesta es muy obvia: pues Dios se manifiesta donde él quiera, y en mi experiencia con Dios él lo hace en lo cotidiano, además que es mucho más fácil conquistar personas y salvar almas para Cristo de una forma llamativa y poco común que de la forma convencional y ortodoxa como habitualmente se hace. Pues soy de los que piensa que hasta de la experiencia más negativa que te puedas imaginar o incluso que utilizando cualquier programa “satánico” que digan por ahí: “es que eso no es de Dios, eso es malo, bla, bla,bla…..” es la oportunidad perfecta para evangelizar de una manera alegre, entusiasta que nos invite a seguir y a decirle a la vida y a las adversidades que en ella se encuentran que estamos EN y CON Dios y que ¡ESO VA! En este orden de ideas, este es la oportunidad para ayudar, es la oportunidad para buscar a Dios, la oportunidad para dejar lo malo atrás y enfrentar la vida con la alegría que nos da Cristo. Por eso en estas reflexiones particulares le pido mucho a Dios para que realmente vuelvan a él. Con amor y alegría. Carlos Mora