Reseña

En una parte muy alta de Colombia, en un sitio guajiro de gente morena, flaca, muy alta y por supuesto muy amable, hubo un verano en que salió el Sol con tanta fuerza que comenzó a secar todo el lugar. La tierra se volvió áspera, los árboles perdieron sus ramas y los animales empezaban a irse de allí. -Debemos pedirle que hable con los espíritus para que puedan enviarnos las lluvias -Dijo un hombre que asistía con su hija en brazos. -No, lo que debemos pedirle es que nos diga qué ha pasó con el agua, quizás nosotros podamos hacer algo por nosotros mismos -Dijo el padre de "chico". -Hemos ofendido a la madre naturaleza y debemos rectificar nuestro error. -Afirmó una mujer.