Reseña

Este compendio de historias materializa un viejo proyecto que empezó por allá en 1990 cuando era sólo un niño y escribía por el placer de dar vida a historias fantásticas y personajes prototípicos. Luego, vino un gran periodo de tiempo en el cual la abulia literaria se apoderó de mí. Felizmente, la pasión por escribir volvió a renacer.
No aspiro en este libro, cargado de reflexiones y soliloquios analíticos, a dar lecciones a nadie ni llegar a conclusión alguna de nada. Sólo quiero manifestar mi subjetividad y el uso y abuso permanente de mi “yo” en la escena diaria de mi vida. Sólo quiero manifestar como acción política la reivindicación de mi memoria y la renuncia a la historia totalizante de la tercera persona de la narración.
Soy un narrador de primera persona porque no aspiro a ir más allá del relato de los hechos según como los he vivido, entendiendo que vivirlos es reconstruirlos por mi mismo o por interpósita persona.
Pienso que la vida es una gran novela donde todos actua-mos sin conciencia del relato central y asumiendo que co-nocemos la realidad. Por eso, las historias que aquí presento son fragmentos de realidad parcializada en mi mirada que precisan el concurso del lector para dar vida a otras historias entretejidas que conforman nuestra cotidianidad.
Esas historias están ahí todos los días, frente a los ojos de todos y haciendonos partícipes de sus desarrollos. Al darles un nombre les he dado vida en este texto, pero ellas mismas nacieron antes que yo y serán independientes siempre que exista un sujeto presto a contarlas y recrearlas.