Reseña

Este libro, propone una ética de género con una perspectiva del reconocimiento de la diferencia narrativa y arquetípica, donde cada lector y lectora, podrán encontrarse con las teorías principales de tres autores: el filósofo francés Paul Ricoeur, de la corriente filosófica hermenéutica fenomenológica, el psicólogo suizo Carl Gustav Jung, proponente de la psicología profunda y la estadounidense Jean-Shinoda Bolen como representante de la psicología posjunguiana o Arquetípica; además de los anteriores autores, en la perspectiva ética, se utilizan, algunos elementos conceptuales de las teorías éticas y de la justicia de Xabier Etcheverría, John Rawls, Jurgüen Habermas, Seyla Benhabib y Axel Honneth; estos autores, han adelantado sus estudios en la ética, el reconocimiento y en la ética de la diferencia principalmente.
En el documento, se incluye el análisis identitario tanto de las feminidades como de las masculinidades para constituir una perspectiva de género integral, de las condiciones identitarias de las mujeres y de los hombres. De acuerdo al estudio realizado, las identidades de los hombres y las mujeres poseen elementos arquetípicos masculinos y femeninos; en este sentido, tanto en los hombres como en las mujeres existe una parte arquetípica del otro sexo. Estos elementos arquetípicos permiten analizar las diferencias relacionales masculinas y femeninas dentro de las identidades de género narrativas y arquetípicas.
La ética de género que se plantea, recupera las reflexiones sobre la igualdad e introduce la perspectiva de la diferencia. Igualmente rescata el análisis identitario de los feminismos posjunguianos y los movimientos masculinos posjunguianos que reconocen la integración de la identidad arquetípica para el desarrollo ético de los hombres y las mujeres. Asimismo, recobra la orientación ética aristotélica para integrarla con la ética kantiana, es decir, retoma el análisis ético de Paul Ricoeur. Por último reivindica el lado negativo o sombra de los arquetipos para constituir una nueva ética desde la perspectiva de la psicología profunda.
En una cultura con este tipo de ética, se podrán resignificar las características estereotipadas de la cultura patriarcal con el análisis y la integración identitaria de las capacidades de los arquetipos masculinos y femeninos. Este proceso, podrá permitir la construcción de una cultura equitativa; una cultura constituida por mujeres y hombres críticos y solidarios, ciudadanas y ciudadanos constructores de paz con capacidades de reconocimiento de sí mismos y de los otros en libertad, agentes responsables de una ética ciudadana participativa; una ética en la que tanto los hombres como las mujeres tendrán responsabilidad sobre sus acciones, los cuales serán capaces de narrarse arquetípicamente y por tanto de construir una ética de género del reconocimiento de la diferencia narrativa y arquetípica.