Renacer en el Ocaso Memorias Feria Internacional de Bogotá
Corferias, Escuela Internacional de Negocios
Autor: | Vargas Escobar, Luis Alejandro |
En la historia de la humanidad, las ferias y las exposiciones comerciales han desempe-ñado un papel protagónico en la evolución de las sociedades, así como en el desarrollo de los sistemas de comunicación y del comercio entre las comunidades y las naciones. Colombia no ha sido la excepción. Así, el 7 de agosto de 1919, con motivo de la cele-bración de los primeros 100 años de la Batalla de Boyacá, cuando se selló la indepen-dencia definitiva, el Gobierno, en cabeza de su presidente, don Marco Fidel Suarez, mediante el decreto Nº 27 de 1919 conformó la Comisión Organizadora de la II Exposi-ción Industrial que tendría lugar el 7 de agosto de ese año. Esta Comisión estuvo con-formada por el ministro de Agricultura y Comercio, don Esteban Jaramillo, por el presi-dente de la Cámara de Comercio de Bogotá, don Francisco Vargas, y por otros represen-tantes del Gobierno y de la sociedad civil.
A diferencia de la I Exposición Agrícola e Industrial que nueve años atrás tuvo lugar en el Parque de la Independencia, cuando se tomó la decisión de construir diversos pabellones para albergar los productos expuestos, para esta exhibición se decidió adoptar la estructura del Hospital de San José en la Plaza España.
En la edición del 23 de agosto de 1919, la revista El Gráfico escribió que la Ex-posición Nacional “ha constituido sin duda uno de los números más atrayentes por su significado y ha sido al mismo tiempo una muestra del vigor y la eficiencia de nuestras industrias [sic] y de nuestra agricultura”. Pero aún tuvieron que transcurrir cuatro años más para que el Gobierno organizara una nueva feria. Así, para conmemorar la Inde-pendencia, el 20 de julio de 1923 se decidió abrir la III Exposición Agrícola e Industrial.
Esta vez el lugar elegido fue el antiguo claustro de San Agustín y la apertura es-tuvo a cargo del presidente, don Pedro Nel Ospina. La Feria contó nuevamente con el apoyo de la Cámara de Comercio de Bogotá y de la Sociedad Colombiana de Agriculto-res, y presentó la novedad de que, por primera vez, hubo un país invitado, honor que le correspondió a Suecia. El encargado de la muestra sueca fue el agregado comercial de ese país en Colombia, el señor Wuinkist, quien exhibió varios motores que funcionaban con petróleo crudo, así como una muestra completa de teléfonos, artículo cuyo uso em-pezaba a popularizarse en los hogares bogotanos. Varias de las empresas presentes en la exposición de 1919 volvieron a tener representación, como la compañía de gaseosas de Posada y Tobón que, a juicio de los expositores, “gracias a la bondad de sus productos se ha constituido en una necesidad irremplazable”.
Sin embargo, pasaron varios lustros sin que ningún Gobierno –bien sea por desi-dia estatal, por falta de voluntad política o simplemente por falta de visión del futuro–, diera continuidad a estos esfuerzos. Sólo hasta 1948, cuando Bogotá fue sede de la IX Conferencia Panamericana (donde surgió la Organización de los Estados Americanos, OEA), comienzan las memorias de la Feria Exposición Internacional de Bogotá. Sin em-bargo, en 1953 renace el deseo de la realización de una exposición internacional indus-trial, pero con feria; es decir, un certamen eminentemente comercial, a donde se va con el ánimo de vender y de hacer utilidad.
Este esfuerzo se concretaría el 8 de junio de 1954, cuando, por medio del decreto 1772 se crea Corferias con capital mixto: el Ministerio de Fomento (sector oficial) y la Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Industrias Acopi (sector privado).
Como Gerente General de Corferias fue nombrado el doctor Jorge Reyes Gutiérrez. Ese mismo año, el 29 de octubre se lleva a cabo la I Feria Exposición Internacional de Indus-tria de Bogotá, durante la cual se realizaron transacciones comerciales superiores a los $150.000.000. Un año más tarde, en 1955, Corferias se transforma en Sociedad Anóni-ma, y para ello, Acopi vende algunas de sus acciones al Instituto de Fomento Industrial IFI.
En octubre de 2006, durante el desarrollo de la XXVI Feria Internacional de Bogotá, el Centro Internacional de Negocios Corferias obtuvo la Certificación a su Sis-tema de Gestión de Calidad con la norma ISO 9001 versión 2000, certificación otorgada por la firma Bureau Veritas Certification sin expresar ninguna inconformidad. Un año más tarde, la Feria Internacional de Bogotá lanzó su nueva imagen corporativa para es-tablecer la marca “Corferias”, con el propósito de crear y llevar hacia el futuro una nueva cultura de negocios, perspectiva que hoy se mantiene y no cesa de crecer.
Pero nada esto sería posible sin el concurso de los dos grandes protagonistas de la Feria: las asociaciones gremiales de orden estatal y comercial, y los seres humanos que, de manera directa e indirecta, han estado ligados a Corferias.
Han transcurrido más de 60 años desde su fundación, y desde entonces, Corfe-rias ha sido motor de desarrollo empresarial, fuente de riqueza, lazos de unión y factor de acercamiento entre países, medio de cooperación internacional e instrumento que sir-ve a la causa de la paz. Cuánto progreso ha llegado a Colombia gracias a la entrada de bienes de capital, know-how, ideas desde todos los confines del mundo y cuántas em-presas se han vuelto extraordinariamente ricas y prósperas en sus entrañas, generando fuentes permanentes de empleos formales e informales, ayudando a construir una Co-lombia más prospera y desarrollada no solo en lo económico, sino también en el campo cultural y político. Pero a su vez, muchísimas empresas se han fortalecido gracias a las exportaciones. En las instalaciones de Corferias se han suscrito contratos de exportación con países de los cinco continentes. Durante los años de la guerra fría se exportó café a Europa Oriental, y hoy, junto con Proexport, sigue siendo la vitrina exportadora de Co-lombia para el mundo.
Creadora de líderes empresariales y escuela de negocios, son muchos los colom-bianos que, a través de la historia de Corferias, se han formado empresarial y comer-cialmente en sus entrañas.
Luis Alejandro Vargas E.