Reseña

Suicídate Pero no Salpiques es una propuesta de escritura creativa, basada en el experimento de que a partir de un mismo planteamiento inicial (una misma historia), se escriban tres finales diferentes, como una apuesta a nuevas maneras de escribir, leer, montar y ver un hecho teatral.
La historia se resume de esta manera: Abraham, vendedor de seguros, un día se encuentra cansado de vivir, molesto, ahogado en un sinsentido de rutina e invariabilidad, que se mezcla con un gran resentimiento y hastío hacia la compañía de seguros para la cual trabaja. Es el futuro, y el suicidio es amparado por los seguros de vida, quienes entregan exorbitantes cifras a los beneficiarios de los suicidas, cuando estos deciden matarse. Abraham quiere hacerlo, morir, y que su muerte represente una cuantía económica para alguien, pero como es un hombre solo, se encuentra buscando desesperadamente una beneficiaria para su seguro de vida. Por casualidad ¿o causalidad? , conoce a Adela, una mujer con pocos propósitos de vida, sola y sin dificultades para aceptar con frialdad el trato que Abraham le propone: ser la beneficiaria del seguro de vida. La única condición es vivir nueve meses bajo el mismo techo, para que sus derechos sobre el seguro se hagan efectivos. Durante estos meses de convivencia, el agua mundial empieza a escasear, dificultando la relación de convivencia y modificando las conductas de Adela y Abraham. Un intento fallido de suicidio, dilatará el tiempo de convivencia, y cada personaje empezará a develar sus oscuridades, pasiones y sentimientos humanos. ¿Logrará morir Abraham y Adela heredar una gran fortuna? Tres finales se ofrecerán para desenlazar esta historia.