Movilización Pacífica y Cultural MINI KU SUTO por la Afroreparación Integral y Colectiva: “No Son Favores, Son Nuestros Derechos".
Los Marchantes.
Autores: | Novoa Ramos, Laura Salas Diaz, Beatriz Jordan Ricardo, Jefren |
Colaboradores: | Castillo Torres, Padre Rafael Martin (Director de la Colección) Ballestero Carraballo, Monica Patricia (Diseñador) |
El presente documento hace relación a la importancia del dialogo y a la construcción de acuerdos entre comunidades vulnerables e instituciones garantes. Fue un ejercicio realizado por las comunidades desde el año 2014 hasta el año 2016 que constó de compromisos acordados y acuerdos cumplidos. La esencia de los diálogos tuvo un enfoque desde las prácticas culturales y las manifestaciones ancestrales.
El documento relata los momentos vividos y los Acuerdos de Paz, acompañados desde la Corporación Desarrollo y Paz del Canal del Dique y Zona Costera, a una comunidad compuesta por siete (7) veredas y corregimientos afrocolombianos y palenqueros, auto denominados la comunidad Marchante. Estos acuerdos surgieron a partir de un ejercicio de incidencia al que llaman Movilización pacífica y cultural de las comunidades afrodescendientes y víctimas del conflicto armado del territorio ancestral de San Basilio de Palenque y las comunidades de las veredas de La Bonga, La Pista, Catival, Todo Sonrisa, Bocas de San Juan, Nueva Jerusalén, Paraíso y Malagana.
Bajo la consigna: “No vamos a pedir favores ni ayudas, simplemente vamos a exigir el cumplimiento de nuestros derechos, como víctimas y como étnicos”, se inició un ejercicio de exigibilidad de derechos que tuvo nacimiento en agosto de 2014, luego de ver los positivos alcances de la caminata de la Alta Montaña y de Mampujam en torno a la reivindicación de sus derechos como víctimas del Conflicto Armado. Este ejercicio convocó inicialmente a 3 comunidades del territorio ancestral de Palenque que se desplazaron de la comunidad de LA BONGA (Catival, La Pista y Barrio La Bonga en Palenque), luego de lo cual se unieron 5 comunidades más, Todo Sonrisa, Paraíso, Bocas de San Juan, Nueva Jerusalén y Malagana; las dos primeras también hacen parte del territorio ancestral, pero no fueron desplazados de La Bonga, así mismo, Malagana no es territorio expulsor, sino que es el único del grupo que padece el conflicto como territorio receptor de población desplazada. De esta manera, la acción de incidencia tomaba forma gestándose, no únicamente desde la tierra de Benkos Biojó, sino que agrupaba comunidades no ancestrales, uniendo comunidades negras y palenqueras, habitantes de dos municipios diferentes (Mahates y María la Baja) en un mismo fin: El reconocimiento como sujetos de derechos, la reivindicación de los mismos como víctimas del conflicto armado y la garantía del goce efectivo de sus derechos teniendo en cuenta su condición étnica y de vulnerabilidad.