Reseña

Este libro es testimonio de la importancia que tiene el fútbol en la historia de Medellín, de anécdotas y personajes que al ser sus protagonistas se han inscrito en lo que hace parte de nuestra memoria colectiva. Reconocer ese papel nos ayuda a ver el fútbol actual a la luz de su pasado y nos permite señalar sus retos.
Este libro está dirigido principalmente a aquellos que, siendo los mayores aficionados del deporte, pueden no ser los más conocedores de su historia. Lo cierto es que lo que actualmente reconocemos como el fenómeno del fútbol es un desarrollo más bien reciente que puede rastrearse desde principios del siglo XX.
Un deporte de aficionados, de equipos de barrio y de textileras, de ídolos que alternaban la cancha con su puesto en las fábricas. Un proceso de profesionalización que dejó en el camino a los equipos pequeños, aunque entusiastas, y abrió paso a los que eran capaces de balancear las precarias finanzas con las hinchadas en expansión. La institucionalización del fútbol como competencia deportiva se acompañó de pasiones más claras y colores más definidos, del nacimiento de las barras como expresión de los aficionados en las tribunas y el completo glosario de “aguante” y “trapos”.
El ascenso también de la violencia como expresión asociada al fútbol. La configuración de reglas silenciosas que han cambiado las dinámicas de los estadios e invadido de prejuicios -en ocasiones trágicamente sustentados- sobre lo que pasa antes, durante y después de los partidos.
Este es un libro sobre ese recorrido. El camino del fútbol como acompañante de la ciudad y su profunda huella en nuestra cultura. Un esfuerzo por sumar a esa memoria colectiva, con la esperanza de que nos dé algunas pistas sobre los desafíos actuales de un deporte que es mucho más que eso.