Nueva Miscelánea
Autor: | Guevara Hernández, José |
He preferido repetir este nombre al titular el libro que usted amable lector tiene en sus manos, por haber una similitud con los temas contenidos en mis trabajos editados con anterioridad: uno de textos versificados, dos de cuentos y relatos y Miscelánea de cuentos y versos; ahora Nueva Miscelánea, presenta características semejantes.
Si los temas no ofrecen el orden que debieran tener, al menos sí hacen referencia a los sucesos elementales, que por ser tan comunes en nuestras vidas, parece que los olvidáramos: unos que a veces nos causan alegría o tristeza, otros que nos complacen o nos hacen rabiar, muchos que despiertan curiosidad o que simplemente queremos olvidar. Eso es la vida, una cadena de recuerdos, de actividades y de anhelos; un permanente contraste de aconteceres que directa o indirectamente justifican la existencia de los seres humanos.
Pensé incluir como trabajo, una muestra de lo que en Riosucio denominamos literatura matachinesca; (participación en decretos, convites, y letras de cuadrillas) lo que en cierto momento me abrió las puertas para hacer versificaciones; y en virtud de ello seleccioné algunas estrofas con esta finalidad, mostré dicho resumen a uno de mis amigos, quien me comentó con alguna simpleza: “Usted pretende hacer referencias a los aspectos de nuestro Carnaval, o quiere mostrar un cementerio…” ¿Porqué? -le pregunté- “Por que la mayoría de sus versos, en sus tiempos tuvieron cierto gracejo, pero ahora son muchos los difuntos de por medio…” En verdad desistí de mi intención al pensar que es mejor dejar a los muertos quietecitos.
Como es lógico, sus temas están expuestos al veredicto que usted amable lector les otorgue, mediando su lectura juiciosa y los comentarios que puedan merecerle, respecto a lo expresado y no por simples escolios que en forma mal intencionada pretenden calificar o descalificar a la persona que escribe, mas no el sentido y propósito de su trabajo, como muchas veces suele suceder.
Sea esta la oportunidad para hacer notorio mi sentido de admiración por todas las personas, hombres y mujeres, que en Riosucio, a nivel urbano y rural, han consagrado gran parte de sus vidas desde tiempos antiguos, recientes y en los actuales, a las diferentes manifestaciones de las bellas artes; (no me atrevo a dar nombres, por no caer en injustas omisiones) sea en la pintura, la escultura, la música y la literatura; sin dejar de lado expresiones como el drama, las danzas, las artesanías etc. que han enaltecido a nuestro pueblo con una buena producción.
Hago alusión fugaz a los escritores en sus diferentes disciplinas y tendencias: los relatos, anecdotarios, el periodismo, la historia, poesía, cuentística, novela y otras tantas expresiones ejercidas por profesionales y personas que con alguna visión han elaborado sus trabajos a pulso, sin el respaldo muchas veces de las instituciones que debieran estimular el esfuerzo de quienes se empeñan en crear algo y, que en alguna forma presentan una buena imagen de nuestro propio medio.
Hablando de pueblos, y omitiendo pretensiones de grandeza, podemos decir con orgullo, que sin hacer ostentación de ser privilegiados, sí merecemos alguna distinción entre las comunidades que se esfuerzan por enaltecer lo que les pertenece. Tenemos un Carnaval, con una tradición cultural que le ha permitido afianzar sus raíces en el tiempo; y un Encuentro de la Palabra, con casi un tercio de siglo, que nos ha dado la oportunidad de conocer y apreciar el pensamiento de personajes a nivel nacional e internacional que han dejado sus huellas en nuestro querido terruño.