Reseña

PRESENTACIÓN

La Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, tiene dentro sus funciones la protección del patrimonio cultural mueble de la Nación, a partir de la gestión de proyectos que permita su estudio e intervención, como herramienta para garantizar su preservación en el tiempo.

El proyecto de conservación de retablos coloniales, elaborados en madera, se realizó con el objetivo de ejecutar las acciones necesarias para atender un grupo de retablos localizados en distintas regiones de Colombia, que se encontraban en mal estado de conservación, y, además, investigar sobre su técnica de elaboración, historia y características estéticas y estilísticas, como un aporte a la construcción del conocimiento acerca del arte colonial.

Teniendo como criterio su estado de deterioro, importancia histórica, características estéticas y estilísticas, fueron seleccionados el retablo mayor de la Catedral de Santa Ana de Ocaña, ubicado en el municipio de Ocaña en el departamento de Norte de Santander, retablo mayor de la Co- Catedral de Soatá, situado en el municipio de Soatá, en el departamento de Boyacá, y el conjunto de retablos laterales de la Iglesia de Santa Bárbara, localizados en el municipio de Santafé de Antioquia, en el departamento de Antioquia.

Inicialmente, en el periodo comprendido entre los años 2012 y 2015, se efectuaron estudios técnicos financiados por el U.S. Ambassadors Fund for Cultural Preservation (AFCP), bajo la supervisión del Grupo de Bienes Culturales Muebles de la Dirección de Patrimonio, y elaborados por los restauradores de bienes muebles José Miguel Navarro Soto, Temístocles Suárez Rodríguez y Héctor Prieto Gordillo, en Ocaña, Soatá y Santa Fe de Antioquia, respectivamente.

Tomando como base los estudios, se ejecutó la restauración del retablo de Soatá y la primera etapa de restauración del retablo de Ocaña; el primero, financiado por la Dirección de Patrimonio, y el segundo, por el AFCP. Como resultado, la comunidad de estos dos municipios cuenta con Bienes de Interés Cultural del Ámbito Nacional, de particular importancia para el turismo cultural y la investigación académica, en buen estado de conservación, y dispuestos para la apropiación de las generaciones futuras.

Esta publicación pretende dar a conocer a la comunidad general el proceso de restauración realizado, así como el estudio técnico de los retablos de la Iglesia de Santa Bárbara, de manera que genere una comprensión de sus valores patrimoniales, y, por tanto, de la importancia de su conservación.



EUGENIA SERPA ISAZA
Coordinadora Grupo de Bienes Culturales Muebles
Dirección de Patrimonio
Ministerio de Cultura





INTRODUCCIÓN

La denominación de retablos coloniales describe a todos aquellos elaborados en la época de la colonia, la cual abarca desde el siglo XVI al XVII, periodo histórico durante el cual sucedió la colonización del continente americano. Se caracterizan por estar elaborados en madera tallada y dorada con laminilla de oro. Algunos con policromías parciales, en nichos o en fondos de columnas, que resaltan las múltiples tallas.
A lo largo de América se encuentran múltiples ejemplos de estos bienes, lo cuales comparten características formales tales como su estructura portante organizada en calles y cuerpos dispuesta sobre un sotabanco, así como hornacinas y nichos para ubicar pinturas y esculturas que forman parte del discurso iconográfico. Pueden diferir en sus dimensiones, dependiendo del inmueble al cual está asociado, y de su concepción como retablo mayor o retablo lateral, lo que indica su íntima relación con el entorno arquitectónico en el cual esta inmerso.
Los retablos mayores, al ser la estructura que resguarda el cuerpo y la sangre de Cristo, y representa a la Santísima Trinidad, poseen elementos adicionales como el sagrario y expositorio. Suelen estar localizados en el muro testero de la iglesia o muro principal, y por lo tanto son de gran dimensión y estan ricamente tallados y decorados. Los retablos laterales, generalmente dedicados a un santo o una escena particular de la vida de Jesús, complementan el discurso iconográfico del templo, y son de factura más sencilla y de menor suntuosidad.
El estilo artístico predominante en los retablos originados durante la colonia es el Barroco, que se caracteriza por la presencia de pares y tríos de columnas salomónicas, fustes entorchados y/o decorados, tallas doradas con motivos fitomorfos (hojas, vides, enredaderas), y apliques tallados en los entablamentos.
En Colombia, en ciudades como Tunja o Bogotá, debido a que geográficamente fueron epicentro del desarrollo arquitectónico, artístico y religioso durante el periodo colonial, se encuentran grandes iglesias que conservan una cantidad importante de retablos barrocos, impresionantes por su calidad técnica y fastuosidad. Sin embargo, estos ejemplos no son habituales en otras regiones del país, en donde existía un único templo erigido como centro de evangelización para un territorio bastante amplio, y los retablos eran piezas encargadas de manera exclusiva.
Ejemplo de lo anterior, son los retablos de Ocaña, Soatá y Santafé de Antioquia, pues es interesante observar que a pesar de tratarse de retablos “contemporáneos” entre sí, poseen características formales, materiales y técnicas diferentes, así como particularidades en sus diseños decorativos, proporciones, tamaño y localización dentro del inmueble, esto debido, seguramente, a las regiones geográficas y condiciones socio-culturales distintas, que claramente influyeron en su fabricación.

Hasta la fecha de su estudio para la restauración, existía un vacío en la información sobre la producción y evolución de estos retablos, hoy en día existe un mayor conocimiento, y la posibilidad de servir como objetos de investigación a futuro.