Reseña

El General Benjamín Herrera, casado con una parienta, intervino activamente ante el gobierno para que se dejara en libertad al fotógrafo de los sangrientos acontecimientos. Gracias a las fotografías existentes quedaron algunos testimonios gráficos de la contienda. El prestigio del General hizo que su petición fuera atendida con prontitud no obstante la situación que se vivía en ese momento. Relata el General Giraldo que, las zonas escogidas por los revolucionarios al iniciarse la campaña en Santander fueron dos; el Norte de Santander y la Mesa de los Santos. Dos sitios estratégicos y tácticos para adelantar operaciones militares. El ejército estaba constituido por las guerrillas de Salazar, acaudilladas por los López; las de Arboledas, encabezadas por Lucio Pavón; las denominadas ?cuchillas?, bajo el mando de Florentino Ramírez, la de Silos, Cácota y Chitagá, pamploneses, cucuteños, bochalemeros y chinácotas; además de contar con Jefes de reconocida trayectoria como Benito Hernández, Rafael Leal, Isidoro Mendoza, Antonio Funimaya, y otros más. Acompañados de un prominente grupo de jóvenes liberales donde sobresalían Hermes García, Víctor A. Picón, Clemente Montañez, Manuel Valentín Sánchez, Roberto Irwin, Samuel Bernal Solano, los Valeros, Gilberto Castillo Ceferino Yánez, los jóvenes Mora, los Briceño, los Peña, los Valencia, los Bustos, los Villamizar Vargas, los Hernández, los Parra, los Franco, los Cuberos, los Lamus, los Peralta y los Arenas. Todos apellidos muy conocidos y cuyas descendencias han sido orgullo y prez de nuestra sociedad. Rendimos homenaje a todos nuestros antepasados y en especial a los que ofrendaron su vida.