Martín Abad - La vida como obra
Autor: | Calle, Jesús |
Colaborador: | Gil Montoya, Rigoberto (Corrector) |
Es posible que no haya un pereirano más representativo del arte y la cultura de la ciudad como Martín Abad. Pero como ocurre casi siempre en una ciudad cosmopolita y abierta, este artista iconoclasta e irreverente no nació aquí, aunque hoy sea el más pereirano de los pereiranos.
Por estas calles y por los caminos veredales de La Florida, plenos de biodiversidad y de aire puro, han transcurrido 68 de los 77 años que carga a cuestas, sin ninguna dificultad, este hombre de pequeña estatura, de carnes magras, de larga barba y de cabello rebelde, ya cubierto por un manto de canas.
Siempre enfundado en su viejo overol y con una mochila a cuestas, Martín Abad ha ido por el mundo divulgando un arte trasgresor, pletórico de nuevas propuestas y salidas de todo precepto, en donde el uso de elementos no convencionales le ha conferido un estilo único e irrepetible.
A la par con esa creatividad inagotable y sorprendente, Martín Abad ha hecho parte de toda una zaga de pereiranos raizales que, de manera altruista y desprendida, se han dedicado a la promoción del arte y la cultura en una ciudad eminentemente comercial y caracterizada por el vértigo de una gran dinámica económica, en donde confluyen gentes de todas las procedencias y todas las condiciones. Aquí a nadie se le endilga el título de forastero y al contrario, como en este caso, se convierte en pereirano por derecho propio.
Al lado de Santiago Londoño, de María Isabel Mejía, de Carlos Drews y de otros muchos, Martín le ha entregado toda su fuerza y entusiasmo a la Sociedad de Amigos del Arte, que vela de manera encomiable porque el arte y la cultura florezcan en cada esquina.
Es posible que su creación y su obra ya ocupen el sitial de preferencia en la memoria artística de Pereira. Pero más allá de ello, admiramos también su amor por la naturaleza, su vivencia con el entorno y su apostolado ecológico que trasciende las fronteras del corregimiento de La Florida, del cual ha hecho su casa.
Así es Martín Abad, un hombre sencillo que ha hecho de lo simple y lo inesperado, una forma de expresión artística y que ha hecho de su vida un ejemplo para aquellos que subsisten apegados a lo material y a lo efímero. Una persona de extraordinaria sencillez, pero admirada y admirable.
Sigifredo Salazar Osorio
Gobernador de Risaralda