Humberto Maturana. Nuevos paradigmas en el siglo XXI
Psicología, educación y ciencia
Autor: | Ortiz Ocaña, Alexander |
los avances más trascendentales de la ciencia en el siglo XX me han cautivado con sus posturas teóricas. Tal es el caso de Gregory Bateson, Edgar Morín, Ilya Prigogine Fritjof Capra y Niklas Luhmann. Pero ninguno me ha extasiado tanto como Humberto Maturana. Parafraseando a Schrödinger cuando se refería a Boltzmann, el pensamiento de Maturana fue mi primer amor en ciencia. Nadie me ha cautivado ni podrá cautivarme como él. Desde esta perspectiva, amo a Maturana, nadie me cautiva como él, nadie perturba más mi pensamiento que él. Pero cuando digo que lo amo no me refiero al eros, no me refiero al amor platónico o religioso que nos han impuesto a lo largo de los años, cuando digo que amo a Maturana estoy diciendo que, usando sus propios términos, lo acepto en mi convivencia como un legítimo ser humano. Acepto todas sus obras científicas junto a los libros que están en los estantes de mi cuarto de estudio. Acepto su pensamiento, propuestas y sus posturas epistemológicas. Me dejo perturbar por sus ideas constructivistas, revolucionarias y trascendentales. Y así me auto-configuro, a partir de que el pensamiento y enfoque de Maturana gatilló en mí una transformación científica trascendental.