Reseña

Contar de manera lineal la historia de una empresa como gm colmotores resulta tentador porque bastaría con escribir la cronología de buenas prácticas que a lo largo de estos primeros 60 años se constituyeron en una seguidilla de éxitos que la han convertido en la compañía más importante de la industria automotriz colombiana, en la única fabricante y en la poseedora de la marca líder del mercado. Pero hacerlo así, es privarse de conocer la esencia, el sentido, lo fundamental. Porque la historia de una empresa como GM Colmotores lleva intrínseca la del país, la de la industria automotriz de la que forma parte, la de los distintos modelos económicos en los que ha operado, la del desarrollo humano integral de la sociedad, la del aporte a la movilidad y al transporte, la de la evolución de la tecnología y la de la vivencia de conceptos inspiradores como ingenio, competitividad, eficiencia, respeto, sostenibilidad, cuidado del medio ambiente, alianzas estratégicas, calidad, vocación de servicio, trascendencia, felicidad, responsabilidad social, que conforman hoy el sustrato de su quehacer. Las empresas son entes vivos cuya gesta es posible gracias a una visión, a un sueño, a la tenacidad de quienes hacen que se conecten los puntos. Traer a la memoria los primeros 60 años de GM Colmotores, la primera ensambladora de vehículos en Colombia, es recordar los sueños de un grupo de empresarios y miles de ciudadanos que depositaron toda su confianza y energía en un proyecto que sin duda mejoraría la calidad de vida de todo un país. Es pensar en más de un millón de automóviles, taxis, buses y camiones movilizando a millones de personas y negocios con seguridad, mientras recorren kilómetros y kilómetros de progreso.