Reseña

Durante la segunda mitad del siglo XX, los países del sudeste asiático
manifestaron un proceso de crecimiento económico altamente
acelerado que llamó la atención y generó eco a nivel internacional.
Dicho acontecimiento motivó a varios investigadores a asumir la labor
de analizar las causas y el contexto que hicieron posible dicho apogeo
desde diversas perspectivas. Autores como Hausmann y Rodrik [1],
Agosin y French-Davis [2] y Stiglitz [3], identificaron que uno de los
factores fundamentales que propulsó el crecimiento económico en esos
países fue la apuesta por una política de transformación productiva. En
términos generales, se trata de una estrategia basada en la generación
de bienes y productos con valor agregado, el establecimiento de procesos
industriales y la consolidación de bienes tecnológicos.
Ese modelo que vio la luz en el continente asiático inspiró a otros países
a inducir cambios en sus políticas de producción, y Colombia no fue la
excepción. En el año 2004 el Gobierno nacional colombiano inició un
proceso de acercamiento entre las empresas y el Estado para propiciar
el establecimiento de una política de transformación productiva que
favoreciera tanto el desarrollo social como económico del país [4]. En
un esfuerzo por lograr dicho objetivo, se llevaron a cabo minuciosos
estudios y se buscó asesoría de expertos nacionales e internacionales,
con quienes se consolidaron las dos estrategias funcionales del programa
de transformación productiva:
• “Más y mejor de lo bueno”.
• “Sectores nuevos y emergentes”.
A partir de estas dos estrategias se identificaron los sectores clave que
serían impulsados en el marco de la nueva política de transformación
productiva nacional (Tabla 1). Las metas del programa se centran
en potenciar el crecimiento económico del país y, en ese sentido, se
espera entonces que mediante la adopción de estos lineamientos las
exportaciones nacionales alcancen los US$40000 millones en los próximos
años, de los cuales el 45% debería estar constituido por productos de
alto valor agregado [4]. En este contexto de desarrollo económico del
país, más concretamente en la articulación con los sectores nuevos y
emergentes, es que la Dirección de Investigación y Desarrollo de BIOS
encuentra un marco de acción importante, dado el enorme potencial
del Centro en convertirse en agente facilitador para la convergencia
entre los intereses y necesidades de investigación nacionales, como
entre las expectativas del Estado y del sector productivo en materia de
desarrollo social y económico, de tal manera que a pesar de encontrarse
en campos de acción y sectores económicos aparentemente disímiles,
conjuntamente estos encontrarían en el desarrollo económico y el
bienestar social un objetivo común.