Cultura en tiempos del Posconflicto
Autor: | Lozada Alvarado, Jorge Antonio |
En Colombia, el conflicto armado interno, ha de ser interpretado, a partir del análisis de los patrones culturales que han legitimado las violencias, generadas especialmente desde la conquista, y que han exacerbado conflictos económicos, políticos, y sociales, hasta transformarlos en conflicto armado interno, el cual se inserta en el círculo vicioso de los patrones culturales violentos existentes en el país.
Crecer en escenarios de violencia produce imaginarios que predisponen a la violencia, desarrollan bajos niveles de empatía, escasos niveles de asertividad o incompetencia para defender los derechos propios y de otros sin recurrir a la violencia, fuertes creencias alrededor de que se posee “la verdad” y que “el otro está equivocado”, prácticas de abordaje de las diferencias a través de la fuerza, comportamientos excluyentes, estigmatización e identificación con conceptos tales como "si toca por las malas toca", "por algo será que lo mataron", “toca darle para que sepa”. Interiorización de una cultura de la violencia.
El impacto negativo de un conflicto armado interno, tanto en la mente como en el cuerpo de una sociedad como la colombiana ha sido muy grande. De allí la importancia de los esfuerzos que se viene realizando, y que hoy generan la esperanza en su terminación.
Sin embargo, la firma de Acuerdos de paz, si bien significan un cambio importante, es eso, un paso muy importante, de los muchos que hay que realizar, pues entrar en una fase de posconflicto no viene per se acompañado de un cambio de la cultura que legitimó tanto el conflicto como las demás violencias existentes, por lo que este paso podría quedarse a medias, si no se llevan a cabo, en el corto, mediano y largo plazo, esfuerzos que desarrollen una cultura de paz, que se interiorice, y soporte de manera sostenible tanto el desarrollo de los acuerdos como las transformaciones que requiere el país para no repetir el conflicto armado y para superar las violencias con que nos levantamos y acostamos todos los días.