¡No te gustaría vivir sin odontólogos!
Autor: | Macdonald, Fiona |
Colaboradores: | Antram, David (Ilustrador) Esguerra, María Patricia (Traductor) |
En la actualidad, acudir al odontólogo es, por lo general, una experiencia segura e indolora. Pero ese no siempre fue caso. En siglos pasados, la única cura para los dientes cariados era arrancarlos, sin anestesia, y solamente con el golpe de un tambor para nublar tus sentidos y ahogar tus gritos. Sigue leyendo, si te atreves, y aprende cuánta suerte tienes de vivir en tiempos modernos. Los mejores consejos de los expertos: - Ten cuidado con el pelícano; esta antigua herramienta de los dentistas podría romper el maxilar de un paciente. - No creas en el rumor de que los dientes postizos de George Washington eran de madera. Estaban hechos de colmillos de hipopótamo. - Cepilla tus dientes durante al menos dos minutos, al menos dos veces al día. - Debes estar agradecido con los odontólogos modernos. Visita al tuyo regularmente.